El Silestone es un material compuesto de cuarzo que se emplea para fabricar diferentes encimeras y superficies en la industria de la construcción, diseño e interiorismo. Su uso se ha vuelto cada vez más popular gracias a sus numerosas propiedades interesantes como su resistencia a los arañazos, la humedad, sus colores llamativos y su durabilidad.
Existen dos formas básicas en que se fabrica el Silestone: Primero, a partir de la química del cuarzo; y segundo, por medio de la mezcla de polvo de cuarzo modificado con otros materiales añadidos para lograr características específicas. Esta mezcla modificada conforma la estructura interna de los bloques de Silestone por lo que se utilizan para moldearlo y darle forma.
A continuación explicaremos el paso a paso del proceso de fabricación industrial del popular Silestone:
Para fabricar Silestone se necesitan varios ingredientes clave, entre los que se incluyen el cuarzo, arena sílica, polvo de granito, pigmentos y catalizadores. Estos ingredientes se recolectan en una fundición, donde se separan y analizados antes de pasar al siguiente proceso.
Una vez que se han recogido los ingredientes se colocan en un gran tanque. El tanque luego se llena con agua hasta el nivel requerido. A este punto el cuarzo se libera en el agua, seguido de la arena sílica. Los demás ingredientes se agregan gradualmente hasta obtener la formulación deseada del Silestone. Esta mezcla es entonces removida para limpiarla de impurezas y se somete a un proceso de extracción y extracción.
En este paso, la mezcla de los ingredientes acaba de convertirse en una sustancia pastosa. Esta pasta de la veta será utilizada para hacer los bloques de silestone. Es en este punto donde se agregan los catalizadores y pigmentos naturales para lograr los colores y tonos deseados.
Ahora que se ha preparado la mezcla, se introduce en un molde para darle la forma de los bloques de Silestone necesarios. Estos bloques de silestone se pueden dar en muchas formas y tamaños, dependiendo de los requerimientos del usuario. Una vez que los bloques se han tejido, se mantienen secando por un periodo determinado.
El pigmento añadido previamente juega un papel importante en el proceso de fabricación del Silestone. Mediante un proceso especial de coloración, la tonalidad deseada se logra al mezclar el color de la composición de los minerales con los pigmentos añadidos. Este proceso se hace por etapas vigilando la consistencia de los colores para garantizar el correcto tono en los productos finales.
Una vez que los bloques de Silestone ya están listos, se colocan en una prensa hidráulica de alta presión. Esta prensa aplica una fuerza considerable sobre los bloques para presionarlos y darles la forma y tamaño deseados. También se aplica presión para ayudar a consolidar y reforzar la estructura interna de los bloques.
Los bloques de silestone son entonces alimentados a una sierra para cortar las superficies según las especificaciones exigidas. Los bloques pueden cortarse para darles diferentes dimensiones y grosores, o para darles los bordes pulidos y redondeados necesarios para los productos acabados.
Una vez que los productos han sido cortados, se les da un tratamiento superficial especial. Este tratamiento mejora la superficie del producto y le da un mayor brillo y resplandor y menor porosidad. El tratamiento también protege el producto de sucios y manchas, mejorando su resistencia a los arañazos.
Ya que el proceso de fabricación se haya completado, se empaqueta el producto para su posterior transporte a los minoristas y revendedores. Estos paquetes especialmente diseñados aseguran que los productos no se dañen durante el transporte desde la planta de fabricación hasta el destino final.
Por lo tanto, el Silestone se fabrica industrialmente mediante una serie de procesos meticulosos que garantizan la calidad y los resultados deseados. El uso del Silestone ha crecido rápidamente durante los últimos años gracias a sus increíbles características, resistencia y durabilidad.
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