La producción de jabón artesanal se originó hace miles de años en un proceso sencillo consistente en la mezcla de aceite vegetal y sosa cáustica. El desarrollo de la química y nuevos avances permitieron diversificar la fórmula y crear jabones de todo tipo, pero su fabricación a escala industrial se ha transformado casi por completo.
Actualmente, aunque longitud y naturaleza del proceso varían entre diferentes fábricas, la fabricación del jabón industrial se divide principalmente en tres etapas básicas que vamos a explicar a continuación.
En primer lugar, los fabricantes inician el proceso produciendo un líquido jabonero empleando grasa o aceite como materia prima y reaccionándola con sosa cáustica. Cuando el aceite y la sosa son mezcladas, las moléculas de grasa se unen a las moléculas de sosa para formar hidratos de sodio, lo que produce un líquido jabonero.
Este líquido jabonero puede contener diversos ingredientes - como glicerina vegetal, aceites esenciales, fragancia y colorantes - para lograr productos variados. El líquido jabonero resultante es entonces agitado para remover burbujas de aire, ajustar el PH y sopesar los ingredientes, antes de pasar a la siguiente etapa.
En esta etapa, el líquido jabonero es vertido en unos moldes especiales para darle la forma deseada. Estos moldes están hechos de metal, plástico u otros materiales y pueden tener formas muy variadas (cuadradas, rectangulares, en “forma de corazón”, etc.). Los moldes pueden contener el mismo líquido jabonero, pero suelen contener diferentes mezclas para obtener jabones con diferentes colores, texturas y propiedades.
Una vez los moldes están llenos, se deposita el lote en una prensa hidráulica dotada con resistencia térmica para evitar la evaporación. Con el calor y la presión generados por la prensa, los líquidos jaboneros adquieren la forma deseada. Este proceso suele durar entre 8 y 24 horas, dependiendo de la temperatura y del volumen de los moldes.
Ya con el jabón en su forma final, se somete a un proceso de corte y acabado. Primero, los vendos dejabón se trituran al tamaño deseado. Después se procede con la descontaminación, un paso necesario para eliminar residuos como cera, líquido jabonero o materiales no deseados. Después se deposita el jabón en una cinta transportadora, donde una máquina acondicionadora cubre los trozos con una fina capa de talco y polvo para evitar que queden pegados. Una vez listo para su venta, el jabón es embalado y etiquetado.
Como último paso, el jabón obtiene una ulterior purificación si es necesario antes de colocarse en sus respectivas cajas y ser enviado a los clientes. Esta última etapa involucra inspecciones para confirmar que el proceso ha sido exitoso y que el producto cumpla con las especificaciones deseadas.
Actualmente, el proceso de fabricación industrial permite la creación de jabones para uso doméstico, comercial, cosmético, médico o farmacéutico, entre otros. Algunos ejemplos de productos que se obtienen con este tipo de proceso son los siguientes:
Como hemos podido ver, la fabricación de jabón a nivel industrial requiere de una serie de procesos cuidadosamente controlados y diseñados para asegurar que el resultado final cumpla con las especificaciones deseadas. Si bien estos procesos han cambiado significativamente desde la época en la que los antiguos químicos y fabricantes mezclaban aceite y sosa cáustica, el objetivo sigue siendo el mismo, producir jabones de máxima calidad.
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