La celulosa es un elemento básico de la vida diaria, presente en productos como papel, cartón, alimentos, textiles y pintura. Esta fibra se obtiene a partir de materias primas como el algodón, madera y caña de azúcar. Pero, ¿cómo se fabrica la celulosa? Para responder a esta pregunta, aquí explicaremos el procedimiento de fabricación de celulosa a nivel industrial.
Antes de poder procesar la celulosa, primeramente hay que obtener los ingredientes. Según el tipo de celulosa que desee fabricar, los productores necesitan calcular la cantidad adecuada de materia prima necesaria. Las materias primas estándar para la producción de celulosa incluyen madera, algodón y caña de azúcar.
Cuando haya obtenido una cantidad suficiente de materia prima, pasamos al siguiente paso: triturarla. En este punto, el material se corta a piezas muy pequeñas. Esto reduce el tamaño de las fibras naturales y facilita su conversión a forma de polvo.
Con el material desmenuzado en pedazos pequeños, el próximo paso será convertir el material en maíz. En esta etapa, la materia prima se somete a un proceso de mecanización con cuchillas, espigas o cilindros con lijas. Esto permite obtener un maíz de alta calidad, ideal para la fabricación de celulosa.
Después de convertir el material en maíz, el siguiente paso es remojarlos en jugo de matanza. Esta solución blanda elimina la resina y suciedad residual del maíz. Una vez hecho esto, el material debe secarse en galpones provistos de calefacción. A continuación, los granos se almacenan para su uso posterior en la producción.
La pulvioverificación es un paso importante ya que separa y purifica el almidón y el azúcar de grano de la hebra de celulosa. Esta puede ser lograda a través de un molino de viento, el cual permite realizar un refinamiento preciso del maíz. El polvo fino resultante contiene almidón, azúcar y materiales adicionales, los cuales son almacenados para su posterior uso.
La digestión a altas temperaturas se utiliza para separar la hebra de celulosa de los demás materiales. A medida que el maíz se introduce en la cámara de digestión, las altas temperaturas aceleran la acción enzimática y separa la hebra de celulosa de otros materiales. Luego, se retira la parte separada y se conserva para su uso.
Después de separar la hebra de celulosa, el siguiente paso es transferirla a una cámara especial para su blanqueo. El blanqueo es un paso crítico en el proceso de fabricación de celulosa donde se utilizan productos químicos para limpiar la hebra de celulosa, mejorar su aspecto y eliminar contaminantes presentes. Esto consigue mejorar la calidad y brillo de la fibra.
Seguidamente, se introduce la hebra en una cámara de refinación donde se realiza un lavado completo. Dicha operación garantiza que la fibra se pueda reciclar y elaborar con seguridad. Finalmente, la fibra recogida se obtiene en paquetes, lista para la comercialización.
Muchas empresas optan por utilizar procesos tecnológicamente avanzados para garantizar la seguridad tanto de sus trabajadores como del medio ambiente. Estos procesos permiten el tratamiento de los desechos y residuos, a fin de que no incurran en emanaciones y contaminen el aire, el suelo y el agua. Todos estos procesos se realizan certificados por la norma ISO 14001, lo cual garantiza una fabricación respetuosa con el entorno.
Fabricar celulosa a nivel industrial puede parecer complicado, pero, de hecho los procesos son relativamente simples si contamos con la infraestructura y maquinaria adecuadas. Los fabricantes deben prestar atención a todos los detalles del proceso para lograr obtener una fibra de alto grado, liviana y sin desperdicios. Con un buen equipo y trabajo, es posible crear un producto de calidad excepcional.
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