El anís es una planta aromática proveniente del sur de Europa y que se consume tanto en forma de licor como en forma de infusión. Esta es una enciclopedia de sabores imprescindible en la cocina mediterránea, y su origen se remonta al Mediterráneo oriental. El anís se cultiva en muchas partes del mundo, pero el más famoso y el más reconocido proviene de España, particularmente de la región de Andalucía.
Elaborar anís de calidad requiere de conocimientos y experiencia. Descubramos entonces cómo se fabrica el anís.
El anís es una planta de clima cálido, por lo que se puede cultivar siempre que las temperaturas no bajen de los 18°C. Esta se reproduce mediante semillas o por acodos, y los campos de cultivo florecen durante la primavera europea.
Una vez los anises estén maduros, comienza el proceso de cosecha. Esta consiste en la recolección manual de los frutos, selección y guardado para su posterior procesamiento.
Una vez obtenidos los frutos del anís, éstos necesitan ser tratados para obtener el producto final. Éste suele producirse desde su propia planta y así conservar sus características organolépticas originales. Para ello pueden usarse diversos métodos según sea al anís para la destilación o al anís blanco.
Para fabricar el anís blanco, los frutos del anís se recogen y se secan al sol. Luego se deja reposar hasta que pierdan totalmente el agua. Una vez hecho, se mezclan con una cantidad pequeña de alcohol etílico y se muelen hasta obtener un polvo ínfimo. Este polvo se somete a una envasado peligroso para preservar su aroma y sabor. Esto da lugar a un líquido ligeramente transparente con un fuerte aroma y sabor dulce.
Una vez obtenido el anís, éste debe envasarse para su posterior comercialización. Esta operación de empaque se lleva a cabo en envases plásticos resistentes a la presión interna, sellados para que no se vea afectada la calidad del producto por la temperatura externa. De esta forma, el anís quedará listo para su comercialización y consumo.
En resumen, fabricar anís de calidad requiere de experiencia, trabajo minucioso y los ingredientes y equipos adecuados. Desde el cultivo de los frutos hasta su envasado en envases plásticos, el proceso de fabricación del anís está lleno de cuidadosas tareas que llevan a obtener productos con excelente sabor, aroma y palatabilidad.
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